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EL VALLE DE ENOCH

LA ESPERA

LA ESPERA

 

                                                                                                                           A Rosana

 

 

Aquí estoy, abrazada a la espera, a ese nimio instante donde reconoces el guiño de los dioses entre la espesa sombra del gentío, donde la esperanza se viste de rojo intenso y la voluntad descansa, apaciblemente, entre bruma y bruma, hacía la sinrazón de los quehaceres.

 

Sabes que cualquier día, depositaremos la Luna entre las cóncavas fauces de nuestras manos para devorarla entera con la precipitada premura de los hijos de Gea que viven absueltos por la mismísima muerte. Recogeremos aquellos frutos que maduraron desterrados del huerto y alimentaremos nuestras infinitas almas de sus jugos arcaicos. Y fingiremos ser marionetas sobre el mundo, cortejando al público que nos viene a ver con deseos de engañar su propio  miedo con la máscara del humano fraude. 

 

Si, aquí estoy, dispuesta a escuchar lo que algunos locos me cuentan, alegre, templada, desoyendo a los cuerdos para no aturdir mi mente de  diplomática ignorancia, observando mi vida pasar como si fuera un transeúnte cualquiera vigilando la hora de la partida. Sin maleta, sin billete, sin todo, sin nada.

 

Sabes que en cualquier momento la inevitable caída de la estrellas sucederá y salpicarán las desérticas ciudades de nuevas quimeras, de novedosas fantasías políticamente correctas, para asegurar nuestras ficticias vidas, que mueren despavoridas por la inutilidad de esos gritos que prorrumpen nuestras verdaderas voces. Tendremos que callar, que silenciar nuestras sufridas emociones y mirar fijamente el negro frac del diletante con la fría mirada del sabio consciente.   

 

Ahora tan solo queda aprender la danza del minutero y entender la complejidad del Destino, conquistarle tácitamente, con la solemnidad del felino, para luego abrir mis húmedas sábanas y hacerle el amor perezosamente, sin prisa, mientras mis temblorosos labios susurran al oído, “gracias vida”, “gracias tiempo”.

 

Si, sabes que esperaremos… Porque nuestras almas todo lo pueden.

2 comentarios

Sacra -

Todo lo bueno necesita ser deseado, esperado... como tus palabras.
Bienvenida, querida nuestra.

Rosa -

Que tome nota todo el mundo de está última frase!!!!!
Ufffff Leti........claro que esperaremos, lo sabes muy bien. Porque...nuestras almas todo lo pueden.
Sólo nos falta,..... que lo creamos de verdad.
Te quiero